Concebimos las Tecnologías de la Información y la Comunicación en un sentido
amplio y que, basándonos en la definición planteada por la OCDE en 1998 con otros
fines, podríamos definir como aquellos medios y servicios que permiten recopilar,
almacenar y transmitir información con medios electrónicos. Estas TIC han tenido
distintos hitos históricos en su desarrollo e implantación social, destacando entre los
últimos (aunque ni mucho menos los únicos, como veremos) los acontecidos durante la
denominada “revolución digital”, especialmente los que hacen referencia a la difusión
de los ordenadores personales y, más recientemente, de internet. En cualquier caso, ha
de tenerse presente que la tecnología ha de concebirse más bien como un continuo que
va desde los libros o las pizarras, pasando por la radio o el video, hasta los elementos
informáticos o las aplicaciones de internet más avanzadas (UNESCO, 2003). Cada uno
de estos elementos supone un avance “técnico” que abre nuevas posibilidades en cada
contexto determinado. Sin embargo hemos de tener presente que, en general, al hablar
de “Tecnologías de la Información y la Comunicación” (TIC) en la escuela nos solemos
referir fundamentalmente a los medios digitales, ya que su capacidad de interacción y de
acceso a enormes cantidades de información han supuesto un nuevo salto cualitativo.
1.1 Multiplicidad de factores
El título de la este trabajo podría llevar a pensar que nos situamos en una perspectiva
determinista, en la que la tecnología es la que induce y provoca el cambio educativo, al
estilo de las interpretaciones que denuncia Bustamante (1998) y toda la actual teoría
crítica de la comunicación.. Nada más lejos de la realidad. Por el contrario, el título se
sitúa en una línea completamente opuesta, como se ha manifestado en otros textos de
estos autores: analizamos el impacto específico de las nuevas tecnologías en Educación
puesto que se reconoce que existen otros factores que también influyen y, por supuesto,
también tienen que ser analizados.
Veamos por ejemplo dos factores de cambio que están siendo y deben ser objeto de
investigación urgentemente son:
• El concepto de autoridad y la estructura de la sociedad en relación a un modelo
docente (e investigador) vertical en el que el profesor/educador es el que posee
la autoridad y el conocimiento para dirigir los aprendizajes. Pensemos que en
última instancia esto afecta a los actuales estudios del currículum que en
algunos casos no han percibido este cambio. Este es un tema muy relevante
pero en el que no es posible profundizar aquí.
• El concepto de cultura, modelos culturales, modelos sociales, en una sociedad
multicultural, con todo lo que implica en la generación de modelos de
conducta, en desarrollo ético, etc
2 Tecnologías y cambio educativo
2.1 La necesidad de un análisis multidimensional
Lo que en este momento deseamos analizar es cómo el cambio tecnológico está
afectando al modo como nos comunicamos, al modo como accedemos y manipulamos
la información, al modo, en definitiva, cómo “creamos” el conocimiento. Las
tecnologías están afectando al modo como “conocemos” la realidad. En tanto en cuanto
tratamos con aprendizajes en la esfera cognitiva no podemos dejar de analizar este
aspecto.
El análisis que realizamos aquí es limitado en dos sentidos:
• Analizamos los aspectos cognitivos pero sabemos que existen otros aspectos no
cognitivos (emocionales) y metacognitivos que también deben trabajarse. Por
eso en ocasiones haremos también referencia a estos aspectos aunque siempre
desde la perspectiva del cambio tecnológico.
• Analizamos el cambio tecnológico reconociendo que existen otros factores
(alguno ya indicado) y reconociendo también que el diseño práctico de la
acción educativa debe integrar todos estos factores.
Pero sería pretencioso que nosotros pretendiésemos realizar ese análisis global y
complejo, multidisciplinar, con nuestros propios y limitados recursos. Esta es, pues, una
primera conclusión que querríamos señalar: se hace necesario crear equipos
multidisciplinares para avanzar en un análisis multidimensional de la realidad educativa.
Frente a la actual generación de grupos de investigación ceñidos a áreas de
conocimiento o incluso a temáticas dentro de áreas de conocimiento, hay que crear
grupos mixtos, en los que el papel de coordinador no tenga connotaciones jerárquicas y
en el que se integren investigadores potentes procedentes de diferentes campos de
investigación educativa como la metodología didáctica, la educación emocional, la
evaluación, la educación en valores, la pedagogía diferencial (multicultural y referida a
otros factores diferenciadores), la comunicación, medios y tecnologías en educación,
etc. Esto naturalmente sin menoscabo de la necesidad de un trabajo interuniversitario
dentro de la misma área tanto a nivel nacional como internacional (Aliaga, 1999).
3 Cambios en relación al acceso a la información
En otros escenarios hemos analizado tres importantes cambios que afectan al modo
como debemos educar, cambios relacionados con el cambio tecnológico y que nos
informan sobre cómo debemos utilizar esas tecnologías a partir de la propia escala de
valores (Bartolomé, 2000). Dando por conocidos y suficientemente confirmados por el
paso del tiempo los aspectos que allí se trataban, vamos a profundizar en nuevos
aspectos que han ido surgiendo, nuevos problemas y necesidades así como nuevos planteamientos.
3.1 Crece la información
El aspecto no por conocido más controlado, es el crecimiento de la información. Este
crecimiento es el resultado de varios factores:
• La existencia de una tecnología que permite almacenar y, sobre todo, recuperar
y gestionar grandes cantidades de información, lo que puede dar lugar a lo que se ha denominado “infoxicación”, intoxicación por un exceso no digerible de
información.
• El desarrollo de unos sistemas de comunicación que han permitido a los
investigadores alcanzar niveles de actualización y avance simultáneo
inimaginables hace sólo 20 ó 30 años. Un investigador hoy no necesita viajar y
visitar la biblioteca de una universidad extranjera o sumergirse en las librerías
de una capital lejana para acceder al último título publicado. No necesita que su
biblioteca reciba cientos de revistas para acceder a los últimos artículos en
cualquier temática ni necesita ir a los Congresos para saber lo que se discute en
ellos. Recordemos que existen otros factores que no estamos considerando aquí
a favor del hilo del discurso, factores que siguen haciendo deseable esos
desplazamientos y contactos personales.
Existen otros factores no ligados a la tecnología:
• La percepción de gobiernos y empresarios de que la investigación supone un
factor de éxito en un mundo altamente competitivo.
• El nivel de riqueza económica en ciertos países que facilita la asignación de
fondos a necesidades sociales más allá de la salud o la educación básica.
Ya en la primera ocasión que tratamos este tema se señalaban dos consecuencias en el
campo educativo (Bartolomé, 1997):
• La necesidad de una permanente actualización
• La necesidad de diseñar y utilizar nuevos modos de organizar y acceder a la Información
La primera se traducía en ese momento en la importancia dada a la formación
continuada (“Año europeo de la formación a lo largo de la vida”) pero hoy tiene otro
significado: debemos aceptar que ningún sistema (Estado, empresa….) puede pagar los
gastos de actualización que está generando el rápido crecimiento de la información. Por
tanto, junto a sistemas de formación continua hay que plantearse para ciertas situaciones
un nuevo modelo de profesional capaz de responder por sí mismo a esas necesidades de
formación y actualización permanente. Y en este momento descubrimos la importancia
que está adquiriendo el desarrollo en nuestros estudiantes de nuevas competencias en
aspectos metacognitivos como la autorregulación.
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